Invasión de Bahía de Cochinos y su fracaso
Con la entrega del poder en Cuba a Fidel Castro, comenzaron además de los fusilamientos el robo de todo. Empresas y propiedades de cubanos y extranjeros en nombre de una Robolución, que se proclamaba “tan verde como las palmas” pasaron a manos del castro comunismo. Para fines de 1960 el éxodo de cubanos era masivo y en el sur de la Florida, especialmente en Miami, se concentraron la mayor parte de los que escapábamos del régimen o del paredón. Todo el que no estaba con la revolución era un contra revolucionario y por tanto un enemigo.
Para esa fecha ya existían un buen número de organizaciones anti castristas en Miami. La Administración David D. Eisenhower, había comenzado el reclutamiento de cubanos y preparaba una invasión a Cuba, para recuperar la democracia para la isla y eliminar el peligro que representaba Fidel Castro, para Cuba y el resto de Latinoamérica. No fueron pocos lo que pensaron que EE.UU. no podía permitir un régimen comunista a 90 millas de sus costas.
Entre las organizaciones anti castristas, la más reconocida era el Frente Revolucionario Democrático (FRD) y su coordinador el Dr. Manuel Antonio de Varona, que se suponía sería el brazo político de la invasión, que instalarías un gobierno provisional en territorio cubano, el que sería reconocido por los EE.UU. y otros países etc.
No obstante, como entre las cualidades que nos “adornan” como cubanos, una de ellas es el individualismo, el gobierno norteamericano utilizó esa “cualidad” para mantener a los diferentes grupos distraídos y dispersos.
Las organizaciones que conocí a fines de 1960, cada una tenía asignado su contacto y a cada una le decían lo mismo por separado. No se preocupen de las demás, ustedes son con los que contamos para el regreso, y casi todas se lo creían. Algunas de ellas tenían una subvención del gobierno para varios fines, entre ellos la realización de programas radiales que se trasmitían a Cuba a través de Radio Swan. El Diario de la Marina, Prensa Libre, el Periódico El Mundo de Amadeo Barletta etc.
A los que se inscribían para ingresar en los campamentos, se les hacía un examen físico y muchas preguntas, entre ellas, si había pertenecido al Partido Comunista alguna vez en su vida. En mi caso, después de contestarlas y enterarme que tenía los pies planos, le hice una sola pregunta al reclutador, antes de firmar. ¿Bajo el mando de quién estoy? De la CIA (Central Intelligent Agency) me contestó. Voy a firmar aunque no veo las cosas muy claras, pero hasta ahora que yo sepa, ustedes no han perdido ninguna… si pierden ésta, no cuenten conmigo para más nada. La invasión fue un fracaso, y al desmovilizarnos me preguntaron si me quería incorporar al ejército norteamericano, y muy cortésmente les dije…No.
Sobre la historia de la Invasión a Bahía de Cochinos y la Brigada 2506, existe mucha información en la Red, que los interesados en estar más informados pueden encontrar.
Hoy solo nos referiremos a alguno de los hechos, muchos de los cuales conocimos en su momento, y otros que los documentos desclasificados de la época, han completado y también corroborado. A continuación citamos algunos, de la información que ofrece Néstor Carbonell Cortina en su trabajo titulado –
BAHÍA DE COCHINOS Lo Que No Dijo el Informe del Inspector de la CIA.
http://www.amigospais-guaracabuya.org/oagnc008.php
Eisenhower y los Antecedentes de Bahía de Cochinos
Durante la lucha contra Batista, el Presidente Eisenhower se mantuvo bastante alejado del caso de Cuba. Dada la grave enfermedad del Secretario de Estado, John Foster Dulles, la política hacia Cuba fue dirigida principalmente desde el cuarto piso del Departamento de Estado por dos "expertos" en Latinoamérica: Roy Rubottom y William A. Wieland.
Aunque estos funcionarios abogaron oficialmente por una política de estricta neutralidad en la contienda cubana, sus simpatías los inclinaron a Castro. Así se explican estos hechos: el embargo militar contra Batista; los embarques clandestinos de armas a Castro desde E.U.;(el énfasis es mío) la subestimación del peligro comunista; la prohibición de todo intento de mediación en Cuba bajo los auspicios del Embajador Earl Smith, y el ultimátum que, por conducto de éste, le envió Washington a Batista el 14 de diciembre de 1958. Este ultimátum consistió en un escueto mensaje trasladado por Smith: "Es mi desagradable deber informarle al Presidente de la República que Estados Unidos no continuará apoyando al gobierno de Cuba, y que mi gobierno considera que el Presidente está perdiendo el control efectivo." (FRUS, VI, 299). Esto precipitó la caída ansiada de la dictadura, pero creó un vacío de poder que llenó Castro con sus cófrades comunistas. (…) (el poder fue entregado a Castro por órdenes de EE.UU, la famosa victoria de la revolución, es solo un mito inventado por Castro y sus maleantes)
A pesar de haber mantenido una línea dura contra Castro en los debates presidenciales (hecho que contribuyó decisivamente a su victoria electoral), al Presidente le flaquearon las fuerzas cuando tuvo que traducir la retórica en acción. Tratando de evadir los retos que todo estadista tiene que encarar a la hora de la verdad, Kennedy tomó en definitiva el peor de los riesgos: el camino tortuoso del deshonor y la pusilanimidad.
¿Qué motivó esta conducta que nos llevó al desastre? La inexperiencia de Kennedy -- apenas tres meses y medio en la presidencia -- obviamente influyó, así como el temor que tenía de provocar represalias soviéticas. Algunos de sus asesores también lo ofuscaron y amedrentaron. Entre ellos sobresalió el Senador William Fulbright con su tesis coexistencialista, apoyada en la falaz premisa de que Cuba era "una espina en el costado y no una daga en el corazón." El historiador y consejero presidencial, Arthur Schlesinger, fue otro que se opuso tenazmente a la invasión citando principios jurídicos y morales, y evocando el espectro de los infantes de marina de los Estados Unidos en suelo cubano. (hemos visto infantes de marina de EE.UU. en República Dominicana, Haití, Granada etc.) No pudiendo evitar que se llevara a cabo la operación, Schlesinger y altos funcionarios como el Secretario de Estado, Dean Rusk, consiguieron limitar su alcance y menguar su efectividad.
Hasta el último momento estuvo el Presidente dubitativo y vacilante. Lo que a la postre determinó que diera la luz verde, según testimonio del propio Schlesinger, fue el tener que desmantelar los campamentos en Guatemala y no saber qué hacer con la Brigada. A este dilema se le llamó, con clínica frialdad, "the disposal problem". Preocupado por el escándalo que produciría la desbandada de los brigadistas, Kennedy afirmó crudamente: "Si tuviésemos que deshacernos de estos ochocientos hombres, sería mejor arrojarlos en Cuba [dump them in Cuba] que en los Estados Unidos, especialmente si es allí donde quieren ir." (Schlesinger, A Thousand Days, 241)
Como se puede comprobar, la elección de John F. Kennedy en noviembre de 1960 y la influencia del ala liberal, “progresista roja”, la más roja en el Departamento de Estados, y en los medios liberales que siempre “simpatizaron” y vendieron a Fidel Castro como -el jefe rebelde de la juventud cubana ( Matthews, del New York Times, en la Sierra Maestra), el Mesías, el Redentor de Cuba de 33 años y con barbas; fueron decisivas en el fracaso de la invasión. El mismo New York Times, en su edición del 10 de enero de 1961, publicó en primera plana que “U.S Help Train an Anti-Castro Force At Secret Guatemalan Air-Ground Base” Estados Unidos ayuda a entrenar a fuerzas Anti-Castristas en una Base Aéreo-Terrestre en Guatemala. Si en realidad el entrenamiento y la base eran secretas…lo fueron hasta ese día, tres meses antes de la invasión. Recuerdan aquello de “Guerra avisada no mata soldados”
Citemos de nuevo la información que nos ofrece Néstor Carbonell Cortina sobre John F. Kennedy, el 27 de diciembre de 1962, solo un mes después de la llamada Crisis de los Cohetes o Mísiles, en que selló el destino de Cuba en su acuerdo con Nikita Krushov .
¿Por qué Kennedy decretó el abandono que selló la derrota de la invasión? Veamos la explicación que el propio Presidente les dio a los líderes de la brigada en su residencia de Palm Beach, el 27 de diciembre de 1962, a los cuatro días de haberse efectuado el canje de los prisioneros.
Según el testimonio de José Pérez San Román, confirmado por su segundo en mando, Erneido Oliva, el Presidente les reveló en privado que al producirse el primer bombardeo aéreo el 15 de abril, el gobierno soviético amenazó con atacar a Berlín Occidental si Estados Unidos continuaba apoyando a la fuerza invasora. En esas circunstancias, explicó Kennedy, tuvo él que enfrentarse a esta disyuntiva: defender a la brigada y arriesgar una confrontación con la Unión Soviética en Berlín que pudiese desatar un conflicto armado de grandes proporciones, o preservar la paz mundial y arriesgar a los 1500 combatientes. Teniendo que escoger entre estas dos terribles alternativas, Kennedy concluyó que era preferible sacrificar a la brigada que arriesgar en Berlín una posible tercera guerra mundial.
¿Es válida esta explicación del Presidente? Nos remitimos a la opinión emitida por el General Eisenhower cuando, a los pocos días del desastre de Bahía de Cochinos, Kennedy le confesó en la Casa Blanca que no había apoyado a la brigada por temor a una represalia soviética en Berlín. Eisenhower le contestó: "Eso es todo lo contrario a lo que realmente sucedería. Los soviéticos siguen sus propios planes, y si ven que nosotros mostramos alguna debilidad, es entonces que arremeten con más fuerza... El fracaso de Bahía de Cochinos incitará a los soviéticos a hacer algo que en otras circunstancias no harían." (Michael Beschloss, The Crisis Years, 144-145).
Para mayor información el trabajo completo lo puede leer en esta dirección.
http://www.amigospais-guaracabuya.org/oagnc008.php
En su momento y antes de la invasión, conocimos la renuncia de propia voz del Coronel Martín Elena el experto militar que representaba al Frente Revolucionario Democrático (FRD), basada precisamente en lo que sabía podría ocurrir. Sin el control de los bombardeos, que dejarían inutilizados en tierra a los aviones heredados de Batista, él no podía ser responsable de llevar a las tropas a la muerte y al fracaso, ya que los aviones de la invasión, que trasladaban tropa y suministros, no iban armados y tanto los aviones como los brigadistas estarían a merced de la aviación castrista, por precaria que fuera. Los hechos le dieron la razón.
Muchas preguntas se pueden formular. Aquí solo algunas.
¿Ha sido el Departamento de Estado de EE.UU. un baluarte de los comunistas, al servicio de los peores intereses de la democracia, en y fuera de EE.UU.?
¿Fue John F. Kennedy, su “flojera” y su equipo, traidor a los cubanos y responsable de la consolidación de la tiranía castrista y la destrucción de Cuba a manos de Fidel Castro?
¿Qué sentido tuvo, el recibir en diciembre de 1962 a John F. Kennedy en el Orange Ball de Miami y entregarle una bandera de Cuba, y oír su promesa de devolverla en una Cuba Libre?
¿Quién asesinó a John F Kennedy?
¿Quién contrató a Lee Harvey Oswald… la mafia, Fidel Castro. o ambos?
¿No estuvo Lee Harvey Oswald en Cuba, poco antes del asesinato?
¿No era la misión de la Brigada 2506 el derrocamiento de la tiranía castrista por la fuerza?
¿Después del acuerdo Kennedy-Krushov, se le ha permitido a los cubanos organizarse y entrenarse para derrocar a la tiranía, o han sido perseguidos, arrestados, juzgados y condenados a años de cárcel por trata solo de desestabilizarla?
¿Quiénes vigilan a los anti-castristas, Cuba o los Estados Unidos?
¿Ha tenido sentido o tiene, que durante más de 50 años, el exilio cubano y las miles de organizaciones anti castristas, hayan confiado en los EE.UU. para la libertad de nuestra patria, con toda la información disponible que existe hace años?
¿Ha tenido sentido o aún tiene, que el gobierno de EE.UU., por más de 50 años, subsidie a algunas organizaciones anti-castristas, para que hagan cualquier cosa… menos tratar de derrocar a la tiranía?
¿Es el Departamento de Estado de EE.UU, y la prensa liberal norteamericana… Aliada de la democracia, o Cómplice de la destrucción de Cuba y de los propios EE.UU.?
¿No fue Barack Hussein Obama el candidato de la izquierda progresista y la prensa liberal, que ocultó el historial marxista de Obama, igual que hizo con Castro, para que resultara electo?
¿Es o no un peligro, el “progresista” Barack Hussein Obama, como Comandante en Jefe del ejército de EE.UU.
Los expertos y amigos cubanólogos… tienen la palabra.
Por Enrique Artalejo
