Dr. Octavio Dilewis Ibarra-Tamayo
México, el mismo país que exige una reforma migratoria en Estados Unidos, firma un acuerdo con el régimen comunista de Cuba para deportar a exiliados cubanos a riesgo de sus vidas, a los que llegan a su territorio.
Unido a esto las cadenas “hispanas asesinas del idioma español” Univisión y Telemundo, que a su acostumbrado maltrato del idioma de Cervantes han tenido la osadía de añadir términos jurídicos para describir delitos, para ambas, los ilegales son indocumentados y la Ley de Arizona es una “Ley Anti-inmigrante”.
Les preguntamos si saben lo que dice la Constitución Mexicana al respecto:
-- El artículo 38, concede la potestad al Secretario de la Gobernación de suspender o prohibir la admisión de extranjeros sin necesidad de proceso judicial alguno.
-- El artículo 73, ordena a la policía local y federal a cooperar con las autoridades de inmigración.
-- El artículo 116, impone multas y penas de prisión a extranjeros que falsifiquen documentos.
-- El artículo 118, condena a 10 años de privación de libertad al extranjero que regrese a México después de haber sido deportado.
En verdad es bochornoso a nuestro entender que en vez de atacar las dictaduras y exigir libertad, justicia y equidad que disminuirían ese flujo de ilegales, no indocumentados, se atrevan, usando la libertad de expresión que gozan en este país, a condenar leyes que aunque podamos no estar de acuerdo, son leyes para proteger las fronteras.
A nadie se le obliga a venir a Estados Unidos, país que con sus defectos todo el que quiere progresar lo hace, no así en el resto del Mundo, ni aún los países democráticos.
Hay que dejarse de ataques virulentos y promover cambios sociales y la erradicación de extremismos fanáticos político religiosos que laceran el desarrollo de los pueblos.