Gracias, Octavio
Khan está dispuesta a pagar la suma que sea necesaria para liberar a Julian Assange.
Jemima Khan, una mujer que tiene una fortuna familiar de más de 2.500 millones de euros, se ha convertido en noticia desde que la semana pasada declarara que está dispuesta a pagar la suma que sea necesaria para liberar a Julian Assange, fundador de Wikileaks.
Hija del difunto Sir James Goldsmith, uno de los banqueros más poderosos de Europa, y de Lady Annabel Vane-Tempest-Stewart —descendiente de un influyente clan unionista del Ulster—, Khan apoya ciegamente la labor del portal de filtraciones.
“Creo que esto se trata de censura e intimidación. El momento de estas acusaciones refritas es sumamente sospechoso, coincidiendo con las recientes revelaciones de WikiLeaks –escribió la inglesa en una carta que se publicó en el diario The Guardian–. Hay rumores fiables de que este es un cargo de agarre mientras se prepara una acusación formal para su arresto y extradición a Estados Unidos”.
Desde las páginas del Guardian, Khan también arremetió contra Estados Unidos. “Por un lado, está orgulloso de su Primera Enmienda y de su largo compromiso con la libertad de expresión. Pero por el otro, está evaluando formas para tomar acciones legales contra Assange, que es de hecho el editor del primer medio sin fronteras en el mundo”, dijo la mujer.
En nombre de otras celebridades, Khan, de 36 años de edad, afirma que WikiLeaks es una nueva forma de periodismo de investigación: “Las grandes historias siempre han comenzado con una filtración”.
No hay duda que Khan se ha convertido en la portavoz de un “establishment” antisistema.