Las bolsas de valores, a largo plazo, fortalecen al mercado de capitales e impulsan el desarrollo económico de los países donde funcionan.
Los participantes en la operación de las bolsas son básicamente los demandantes de capital (empresas, organismos públicos o privados y otras entes), los oferentes de capital (ahorradores, inversionistas) y los intermediarios.
La negociación de valores en las bolsas se efectúa a través de los miembros de la Bolsa, conocidos usualmente con el nombre de corredores, agentes o comisionistas, sociedades de corretaje de valores y casas de bolsa, de acuerdo a la denominación que reciben en las leyes de cada país, quienes hacen su labor a cambio de una comisión. En numerosos mercados, otros entes y personas también tienen acceso parcial al mercado bursátil, como se llama al conjunto de actividades de mercado primario y secundario de transacción y colocación de emisiones de valores de renta variable y renta fija.
Para poder entrar en la Bolsa las empresas deben hacer públicos sus estados Financieros, ya que a través de ellos se puede determinar los indicadores que permiten saber la situación financiera de la compañía.
Las bolsas de valores son reguladas, supervisadas y controladas por los Estados nacionales, aunque la mayoría de ellas fueron fundadas en fechas anteriores a la creación de los organismos supervisores oficiales.
Existen varios tipos de mercados: el mercado de dinero o mercado monetario, el mercado de valores, el mercado de opciones, futuros y derivados, y los mercados de productos. Asimismo, pueden clasificarse en mercados organizados y mercados de mostrador.