El hecho de que la Santa Sede utilizó su inmunidad diplomática como ciudad-Estado para tratar de frustrar la investigación dirigida por el gobierno de Irlanda se conoce desde hace mucho tiempo, pero los cables de WikiLeaks publicados por el periódico británico The Guardian contienen evaluaciones diplomáticas tras bastidores de una situación altamente delicada.
De acuerdo con un adjunto del embajador de Irlanda ante la Santa Sede, el gobierno irlandés cedió a la presión del Vaticano y le concedió inmunidad a miembros de la Iglesia a cambio de que testificaran, de acuerdo con uno de los cables de un diplomático estadounidense.
El embajador Noel Fahey aparentemente le dijo a la diplomática estadounidense Julieta Valls Noyes que el escándalo de abuso sexual era un asunto difícil de manejar.
El gobierno irlandés quería aparentar que estaba dispuesto a cooperar con la investigación debido a que su propio departamento de Educación estuvo implicado en las décadas de abusos, pero los políticos se mostraban reacios a insistir que los funcionarios del Vaticano respondieran a las preguntas de los investigadores, indicaron los cablegramas.
Uno de los mensajes describe las maniobras diplomáticas ocultas durante las cuales los políticos irlandeses trataron de persuadir al Vaticano para que cooperara con la investigación.
La oficina de prensa del Vaticano se negó a responder sobre el contenido de los cables del sábado, pero lamentó las filtraciones como un asunto de "gravedad extrema".
En un comunicado oficial de prensa, el Vaticano dijo el sábado que los cables de WikiLeaks deben ser evaluados con "reservas" y "prudencia" y no ser tomados como una "expresión" de la Santa Sede.
El embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede también condenó las filtraciones y dijo en un comunicado que el Vaticano y el gobierno estadounidense cooperan en la promoción de los valores universales.
FRANCES D'EMILIO