Il mio Angelo di Gioia: A parte de preciosa y divinamente simpática eres muy buena en la cocina, ese arroz "contrarrevolucionario" no tiene par, por tanto, tienes una variada cantidad de utensilios para extremarte en esas artes; tenemos que hacernos de la tapa de la mayor cazuela de acero para utilizarla como escudo, porque la batalla será dura, el cucharón más grande lo usaremos en forma de "masa", y el enorme cuchillo carnicero me servirá de espada en la mano izquierda; resistiremos en una habitación que no tenga ventanas y sólo una salida. Mi Dulcinea, tengo que mirar para otra parte porque hasta yo sucumbiré a la tentación y luego no tendré fuerzas con qué defenderte. Serán muchos los mansos caballeros que ante tan provocativamente sexy mujer se convertirán en fieros antropófagos, a ellos no les importará el esfuerzo que sea necesario para descubrirte de tu invernal resguardo multicapas, sólo el codiciado contenido de tus atuendos, y lucharán contra mi, tu guardaespaldas y rendido devoto, pero los derrotaré a todos, y luego ya no me importará mirarte y también sucumbir a la tentación, y tratar de dar aunque sea una mordidita a la manzana, pero antes te devolveré tus armas por si deseas detenerme... tuyo, El Quijote...
