Por Dr. Octavio Dilewis Ibarra-Tamayo
Hemos dicho en reiteradas ocasiones que no podemos construir para Cuba una estructura institucional respetuosa de la ley, un genuino y permanente estado de derecho, tomando como base la impunidad para los canallas que han apaleado los derechos de nuestros compatriotas cubanos.
El ajusticiamiento, no venganza sino justicia retributiva, debe abarcar no solo a la gentuza que por desgracia nació en nuestra isla, también a todos los extranjeros entre los que se destaca una sustancial cantidad de españoles degenerados y traidores a sus hermanos de sangre cubanos.
Somos promotores de la Gran España, por tanto no estamos entre los que le dicen a los españoles "gachupines", la última porquería de Europa, o castristas a todos los nacionalistas catalanes y vascos. Además, estamos convencidos de que las generalizaciones nunca son justas e inteligentes.
Dicho lo anterior también es propio decir que el grupo que consideramos más traidor a nuestra causa, después de los traidores cubanos o junto con estos, es el de los españoles castristas o asociados en negocios con la cúpula gangsteril castrista, por ser ellos en gran medida sangre de nuestra sangre y haber estado sometidos a una dictadura respetuosa de las estructuras históricas pero similar en represión a la que hemos padecido nosotros.
La tiranía castrista ha tenido como esencia el atropello de todos y cada uno de los derechos de los cubanos, incluido el derecho a la vida y a la libertad.
Quienes hoy controlan el gobierno de España han dado la espalda a la esclavitud de los cubanos atrapados intramuros una y otra vez. ¡Que desvergüenza!. Es como si 16 de las Comunidades Autónomas españolas disfrutaran de todos los derechos inherentes a una nación moderna y les importara un bledo que Extremadura por ejemplo no pudiera disfrutar de dichos derechos.
Tiempo atrás se habló sobre el sueño de un consenso bipartito PP-PSOE para accionar en favor de la democratización de Cuba. Nadie duda que España es el país más influyente dentro de las estructuras europeas y cuya opinión más se consulta y más se tiene en cuenta en lo referente a las relaciones de la Unión Europea con Cuba. Tampoco debe dudar nadie que son las fuerzas vivas españolas junto con las fuerzas vivas cubanas exiliadas, éstas con el apoyo de las primeras, quienes están en mejores condiciones para captar e influenciar a elementos reformistas en las estructuras del castrato en función de dejar atrás la pesadilla y continuar con la historia, a partir de ese punto europea, de los españoles caribeños.
A abogar por los mejores intereses del pueblo cubano, de los españoles caribeños, y no de los depredadores que lo tienen secuestrado, debería dedicar España su gran influencia en ese sentido dentro de la Unión Europea.
Pero su Majestad el Rey no ha hecho todo lo que puede y debía hacer. Zapatero por su parte parece tan ocupado en seguir dando alas a los que quieren despedazar a España, que no ha reparado en que no hay nada más cercano a las 17 Comunidades Autónomas españolas, a Ceuta y a Melilla que Cuba; y que la libertad de los cubanos, de los españoles caribeños, haría más grande y poderosa a la nación ancestral, y que por el contrario, España se debilita, su sangre se impregna de sífilis, ayudando a un tirano asesino, depredador y mefistofélico, marioneta de la antiespañola plutocracia anglo-norteamericana, a mantenerse en el poder por un lado, y por el otro a un grupo de conspiradores que se creen nuevos napoleones de los de estirpe fenicia.
Resulta casi imposible creer que Su Majestad el Rey de España y Zapatero no sepan que Castro, Chávez y comparsa son en realidad marionetas de la plutocracia anglo-norteamericana que es por naturaleza antiespañola. Parece que ya olvidaron todo lo que hicieron los ingleses por separar y mantener separado a Portugal de España y por liquidar los dominios de la Corona Española mediante la ayuda a los separatistas entre 1800, 1810 y 1825; lo mismo ha hecho dicha plutocracia para separar y mantener separada a Cuba de España.
Alan García, presidente de Perú, acaba de dejar a Chávez con el trasero al aire en una conferencia del grupo UNASUR. Le ha dicho, palabras más o menos: "el presidente Chávez dice que los norteamericanos se quieren apoderar de su petróleo cuando es él mismo quien se lo entrega a ellos diariamente, se lo vende todo a los gringos". Que payasada por parte de Chávez, peor aún, que farsa.
Resulta paradójico y hasta increíble que Su Majestad el Rey de España, por no hacer todo lo que puede y debería, y Zapatero, estén contribuyendo a la agenda antiespañola de la plutocracia anglo-norteamericana.
Frente a la actitud decente y solidaria con nuestra causa por ejemplo de Jorge Moragas del PP y Luz Modroño del PSOE, hemos padecido la complicidad con la tiranía castrista del franquista y hoy PP Fraga, dictador institucional de Galicia, el propio Zapatero y una larga lista de indeseables e infames especímenes.
Es minoritaria la actuación de personas magníficas y honestas como Luz y Jorge, y sustancial la cantidad de infamia que desde España nos ha llegado a los cubanos en actitudes y actos durante el último medio siglo. Después de los crímenes de Weyler contra nuestra patria muchos cubanos hemos tratado de aprender a querer de nuevo a España.
La actitud de Zapateros y Fragas nos hace cada vez más difícil la labor.
Hay una enorme carga de demagogia y desfachatez en pretender, extraterritorialmente, encausar a ex dictadores y violadores latinoamericanos de los derechos humanos, y al mismo tiempo negarse a llevar ante los tribunales al tirano coma-ex-andante Castro y su hermano, o a Santiago Carrillo en la propia España.
En el caso del tirano Castro incluso abofeteando a los promotores del encausamiento con un trato indecentemente ceremonioso hacia el secuestrador de la isla caribeña.
Los responsables de tales canalladas, de algún modo, tendrán que recibir la mordida ajusticiadora de la futura Cuba libre. Porque si hay algo que ofende y humilla es la impunidad.
Las actitudes carentes de presentación por parte de algunos españoles, como también nos ha sucedido con los norteamericanos, son las que terminan por matar nuestra fe en ciertos discursos. De los norteamericanos no esperamos nada bueno los cubanos, pero de los españoles, nuestros compatriotas, sí esperamos mucho en materia de solidaridad concreta y no hemos visto absolutamente nada a nivel del gobierno y las principales fuerzas vivas.
Para nuestro disgusto al final entendemos a los que quieren poseer la bomba atómica porque no confían en el sentido de justicia de los que ya la tienen, especialmente el gobierno norteamericano que al carnicero norkoreano le da todo lo que pide porque tiene capacidad de morder, mientras al exilio cubano, sea bajo Clinton, los Bush u Obama, lo apalea porque ha ido perdiendo los dientes.
Muchísimos cubanos, más de lo que varios suponen, queremos a España en general y nos sentimos españoles, pero a los negociantes que se han aprovechado de la esclavitud en la isla, incluidos los cubanos traidores y los españoles, en la futura Cuba libre se le debe confiscar su inversión además de imponérsele una compensación en favor de la mano de obra explotada y multas equivalentes a diez veces la cantidad del lucro que hayan obtenido en Cuba, las cuales tendrán que pagar por adelantado (up front) si quieren participar en las enormes oportunidades de negocios que se abrirán cuando la isla sea libre